Cómo controlar nuestra expresión corporal en una entrevista de trabajo y bordarlo
El lenguaje corporal, en ocasiones, puede decir más de nosotros que lo que decimos. Controlar cómo reacciona nuestro cuerpo ante un evento importante, como una entrevista de trabajo, es esencial para causar una buena impresión y que seamos los elegidos.
A continuación, os daremos algunos tips para convencer a todos de que somos el talento que busca cualquier empresa. Estos consejos son:
- Una presentación segura: Hay que entrar por la puerta grande y presentarnos con una voz clara y serena, mirando a los ojos y, además, un apretón de manos seguro y directo, es esencial para conectar con el entrevistador.
- Evitar o esconder el temblor de manos y de la voz: Los nervios a veces pueden jugarnos malas pasadas. Si nos tiemblan las manos durante una entrevista, podemos apoyarlas en la mesa con las palmas hacia abajo, una sobre otra, de manera que se apoyen en un lugar estable y a la vista. De esta manera no se apreciará tanto el temblor, a la vez que mantendremos una postura natural que de confianza.
Si nos tiembla la voz, puede ser muy útil llevar a cabo ejercicios para destensar las cuerdas vocales y la mandíbula. Además, tratar de respirar con tranquilidad y hablar más lento puede ser de gran ayuda para mejorar la seguridad con la que nos expresemos.
- Dile no a la cafeína: es muy común despertarnos y tomarnos uno o varios cafés para afrontar mejor el día. Sin embargo, si ya somos tendientes a ponernos nerviosos, la cafeína puede convertirse en nuestra peor enemiga. Esta puede causarnos taquicardias, dolores de cabeza y nerviosismo. Además, puede empeorar la ansiedad. Por lo que será mejor que dejemos el café a un lado esa mañana o que optemos por uno descafeinado.
- Sonríe y asiente: Estos dos gestos son fundamentales para mostrar confianza, transparencia y empatía. Además, con esto, el entrevistador también se sentirá escuchado y más cómodo contigo. Todo ello, te hará ganar puntos.
Así, podremos mejorar poco a poco nuestra expresión corporal, hasta ser unos auténticos expertos.